¿Qué es el Evangelio?

El evangelio es la buena noticia acerca de lo que Jesucristo ha hecho para reconciliar a los pecadores con Dios. Aquí está la historia completa:

  1. El único y verdadero Dios, que es santo, nos hizo a su imagen para conocerle (Gn. 1:26-28).
    Pero pecamos y nos separamos de él (Gn. 3; Ro. 3:23).
  2. En su gran amor, Dios envió a su Hijo Jesús a venir como rey y rescatar a su pueblo de sus enemigos, particularmente de su propio pecado (Sal. 2; Lc. 1:67-79).
  3. Jesús estableció su Reino al actuar como sacerdote mediador y sacrificio sacerdotal –él vivió una vida perfecta y murió en la cruz– cumpliendo asimismo con la ley y tomando sobre sí el castigo por los pecados de muchos (Mr. 10:45; Jn. 1:14; He. 07:26; Ro. 3: 21-26, 5:12-21); luego resucitó de entre los muertos, lo que demuestra que Dios aceptó su sacrificio y que la ira de Dios contra nosotros se había agotado (Hch. 2:24, Ro. 4:25).
  4. Ahora nos llama al arrepentimiento de nuestros pecados y a confiar solo en Cristo para nuestro perdón (Hch. 17:30, Jn. 1:12). Si nos arrepentimos de nuestros pecados y confiamos en Cristo, nacemos de nuevo a una nueva vida, una vida eterna con Dios (Jn. 3:16).

Esto sí que es una buena noticia.

Una buena manera de resumir esta buena noticia es desarrollar bíblicamente las palabras Dios, hombre, Cristo, y respuesta.

  1. Dios. Dios es el creador de todas las cosas (Gn. 1:1). Él es perfectamente santo, digno de toda adoración, y castigará el pecado (1 Jn. 1: 5, 4:11, Ro. 2: 5-8).
  2. Hombre. Todas las personas, aunque creadas buenas, se han convertido en pecadoras por naturaleza (Gn. 1: 26-28, Sal. 51:5, Ro. 3:23). Desde el nacimiento, todas las personas están aisladas de Dios, enemistadas con Dios, y sujetas a la ira de Dios (Ef. 2: 1-3).
  3. Cristo. Jesucristo, que es plenamente Dios y plenamente hombre, vivió una vida sin pecado, murió en la cruz para soportar la ira de Dios en el lugar de todos los que habrían de creer en él, y se levantó de la tumba con el fin de dar a su pueblo la vida eterna (Jn. 1: 1, 1 Ti. 2:5, He. 7:26, Ro. 3:21-26, 2 Co. 5:21, 1 Co. 15: 20-22).
  4. Respuesta. Dios llama a todos en todas partes que se arrepientan de sus pecados y confíen en Cristo para ser salvos (Mr. 1:15, Hch. 20:21, Ro. 10: 9-10).

Parte de este material ha sido adaptado de El evangelio y la evangelización personal de Mark Dever.