Ex 7:1-7 En estos versículos se nos presenta un panorama de lo que Dios haría en los siguientes capítulos (Meses). A través de extender su mano sobre Faraón y Egipto, Dios liberaría al pueblo de Israel, y al final, todos sabrían Jehová es el único Dios verdadero.
Lo que encontramos en las plagas es una lucha entre Dios y Faraón, entre el Dios verdadero y los dioses falsos.
Aunque no vamos a leer todas las plagas, sí podemos ver un ciclo repetido: 1. Faraón no quiere dejar ir al pueblo, 2. Dios envía una plaga, 3. Faraón dice que los dejará ir 4. Faraón cambia de opinión y endurece su corazón.
Este ciclo nos muestra la tendencia de nuestro corazón, muchas veces entramos a un ciclo degradante donde pecamos y nos alejamos de Dios, el Señor permite algo en nuestra vida que nos humilla y nos hace clamar a Dios por ayuda, el Señor nos libera, pero cuando nos sentimos seguros caemos de nuevo.
Nuestra respuesta en este ciclo va a determinar la condición de nuestro corazón, si somos verdaderos creyentes va a haber un verdadero arrepentimiento y un cambio, pero si no, si no hay arrepentimiento, lo que sucederá es que tu corazón cada vez se irá endureciendo más hacia Dios y su Palabra, y esto revelará que realmente no conoces a Dios.
Dios puede estarte llevando a una prueba o para arrepentimiento o para juicio. Esto fue lo que sucedió con Faraón.
Hoy veremos tres propósitos de las plagas en Egipto y en la vida de Faraón
En primer lugar, las plagas tenían el propósito de…
1. Mostrar la soberanía de Dios
Como habíamos mencionado, para el pueblo de Israel parecía que Faraón era soberano, que sus vidas estaban en sus manos, pero las plagas tenían el propósito de recordarles que Dios estaba reinando aún sobre el hombre más poderoso del mundo.
Quisiera que notemos la repetición de la frase sobre el endurecimiento del corazón de Faraón, y como frecuentemente va acompañada de la frase «como Jehová lo había dicho» (Ex 4:21; 7:13, 14, 22; 8:15, 19, 32; 9:7, 12, 34-35; 10:1, 20, 27; 11:10).
Quizá pudiéramos pensar que Dios es cruel al endurecer el corazón de Faraón, pero entrelazadas entre los versículos, encontramos en repetidas ocasiones la idea de que Faraón también endureció su corazón.
«En la historia se aclara que Faraón endureció su corazón contra Dios y se negó a humillarse. De modo que el endurecimiento que Dios le hizo fue un acto judicial, abandonándolo a su propia terquedad». (John Stott)
(Romanos 1) El endurecimiento de Dios simplemente evidencia la rebeldía del hombre hacia Dios. No es algo que Dios produce, es algo que Dios evidencia o revela.
Pero también, Pablo cita este pasaje para hablar acerca de la soberanía de Dios, y responde a esta pregunta (Ro 9:14-16). Pablo responde recordándonos que, así como él tiene misericordia soberana sobre pecadores condenados, así también él tiene juicio soberano sobre pecadores condenados. No está actuando en injusticia, simplemente está dando el justo juicio que merece el pecado (Ro 9:17-18).
Dios está utilizando el juicio de Dios sobre Faraón y Egipto como un recordatorio de su soberanía y dominio sobre todo poder y autoridad. Dios es soberano sobre todo poder y autoridad en este mundo. Así que cuando escuches, es imposible, no hay manera, esta situación es muy difícil, o cuando verdaderamente estás luchando con un pecado que ha sido difícil de dejar, recuerda que nada es imposible para Dios.
El pasaje de Romanos también nos revela un segundo propósito que encontramos en las plagas, y es que Dios está utilizando este juicio para Mostrar su poder.
2. Mostrar el poder de Dios
Faraón había hecho una pregunta importante durante el primer encuentro con Moisés y Aarón (Ex 5:1-2) «¿Quién es Jehová para que yo oiga su voz…?» “¿Quién se cree este Dios para venir a decirme lo que tengo que hacer?”. Entonces viene Dios, con mano poderosa y con grandes juicios, y le dice a Faraón: «yo soy Jehová. Yo soy el que soy, el Dios de Dioses» (Ex 7:4-5, 17).
Algunos comentaristas mencionan que, a través de las plagas, Dios quería demostrar su triunfo sobre los dioses egipcios:
Khnum y Sosthis – Dioses del Nilo, dador del Nilo o creado
Heqt – Fertilidad (Rana)
Seth – Caos, desierto, tormentas y cosecha
Ptah y Hathor – Tenía cabeza de toro
Aton y Rah – Sol, la tierra y el cielo
Selket y Osiris – Dioses de la vida
Dios expuso lo inútil y vano que era confiar en estos dioses falsos, a través de estas plagas él confronta a estos dioses egipcios y aun al mismo faraón, quien era considerado como un dios, y Jehová venció a cada uno, demostrando ser el único Dios verdadero
Los hechiceros de Faraón, en un principio, imitaron las obras de Dios (Ex 7:11, 22). Si estas señales eran algo que se podían replicar, entonces Dios no era tan especial como lo decía Moisés, estaría a la altura de sus dioses. Sin embargo, Dios iría aumentando las señales para mostrar su poder (Ex 8:10).
A partir de la tercera plaga las cosas comenzaron a cambiar (Ex 8:18-19), ya los hechiceros no pudieron imitar el poder de Dios, sino que reconocieron que había un Dios más poderoso detrás de todo esto. Y para la octava plaga (la de langostas), los mismos siervos de faraón trataron de persuadirlo de dejar ir a los israelitas (Ex 10:17). Ellos estaban siendo testigos del poder de Dios.
Éxodo 9:13-16, aquí vemos cómo Dios quería usar las plagas y a faraón mismo, como instrumentos para mostrar el poder, su poder, para que no solo los egipcios, sino también los israelitas y todas las naciones supieran que no hay Dios como el Señor (10:1-2). Cuéntales a tus hijos, que todos sepan que yo soy el Dios todopoderoso.
Dios sería anunciado como el único Dios sobre todos los Dioses, de hecho, este fue el mensaje que se había escuchado en Canaán cuando el pueblo llegó con Josué para tomar la tierra prometida:
«Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto […] Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra». (Josué 2:9-11)
Si ya eres un creyente, Dios quiere que le conozcas como él es, y te da la responsabilidad de ser el medio por el cual otros van a conocer a Dios (hijos, familia, inconversos).
Si eres un verdadero creyente, el Señor va a confrontar a tus ídolos, muchas veces él te quitará las cosas que amas y que persigues para que te des cuenta de que él es suficiente, para que puedas volver y encontrar tu gozo en Dios.
3. Mostrar la gracia de Dios
El propósito principal de estas plagas y señales era el de traer salvación al pueblo de Israel (Ex 6:6-7). Dios quería establecer una nueva relación de amor con el pueblo de Israel, no porque ellos fueran especiales, sino por su misericordia. Y a través de las plagas, Dios quería también demostrar su gracia en favor de su pueblo (Ex 8:22-23; 9:4, 26). Durante esta plaga vemos cómo Dios extiende su misericordia hacia los egipcios que tuvieron temor de Dios (Ex 9:20-21). (10:26; 11:7).
Deuteronomio 7:6-8 Dios salvó al pueblo de Israel, no porque ellos hubieran sido mejor que cualquier otra nación, sino por su misericordia y su amor.
Mucho tiempo después, a través de esta nación Dios mismo vendría a este mundo en la forma de un hombre, Jesús, ya no para traer juicio sino para traer salvación a todos los hombres, y nos dejó una tarea «ir por todo el mundo y predicad el evangelio». Este es el mensaje que predicamos, arrepiéntete y cree en el evangelio, cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.
Este llamado es urgente, porque Cristo vendrá y hará juicio, y también hará distinción entre aquellos que creen y confían en él y los que no (Mateo 25:31-34). ¿Qué es lo que Dios busca de todos nosotros? Arrepentimiento y fe ¡Arrepiéntete de tus pecados y confía en Cristo!
Pudiéramos ver a Faraón y asombrarnos de cómo pudo ser tan necio (Ro 2:1, 3-9). Un día Dios traerá sus plagas sobre aquellos que le rechazaron. Y por eso vino Cristo, a través de su vida, su muerte y resurrección, él puede darte vida eterna y salvación, arrepiéntete y confía en Jesús como tu salvador.