Recordemos que los salmos son cantos, eran el himnario de los judíos. Este canto está escrito por David, y como todo himno o canto encontramos un coro, es decir, una porción que se repite ¿cuál es? (V. 1, 9) Aunque no son exactamente iguales, expresan el mismo concepto. Este coro nos revela el tema del himno, habla de la grandeza de la gloria de Dios sobre la tierra.
Para tener un poco de contexto de este salmo, en el título dice «Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David». La palabra Gittith viene de la raíz Gath, y se refiere al lagar, el lagar era un estanque donde se colocaban las uvas y entonces algunas personas se metían a pisarlas para poder sacar el jugo de la uva. Es probable que este salmo era entonado en la época de la vendimia cuando se cosechaban las uvas y se hacía el vino. Los lagares se encontraban en el exterior, donde los judíos se reunían a entonar este salmo mientras contemplaban el cielo y veían la grandeza de la creación de Dios mientras cantaban “Oh Jehová Señor nuestro, cuan glorioso es tu nombre en toda la tierra”.
Dios es el ser más infinitamente glorioso del universo, y lo increíble es que él no se quedó aislado de su creación, Dios es trascendente, es decir que decidió dar a conocer su gloria para que los hombres pudieran disfrutar también de su belleza y su grandeza. El versículo 1 nos recuerda esto cuando dice: «Has puesto tu gloria sobre los cielos», y hace referencia a la revelación general de Dios (Sal 19:1). El propósito de la creación es que tú y yo podamos ver lo que Dios ha hecho y digamos ¡Wow! qué asombroso es Dios.
A principios de este mes, un grupo de científicos descubrieron un agujero negro supermasivo llamado Sagitario A, que deducen puede ser el centro de nuestra galaxia. Cada nuevo descubrimiento del universo hace que las personas queden asombradas, porque así de asombroso es nuestro Dios.
Es el mismo asombro del salmista, quien no tenía telescopios ni satélites (Sal 8:3-4). Él no sólo quedo asombrado por la creación de Dios, sino que lo que más le maravillaba era el Dios de la creación.
Lo que encontramos entre el coro es una explicación de cómo la gloria de Dios se extiende en toda la tierra, y la respuesta la encontramos en los versículos 4-5. El salmista acaba de decir que Dios es glorioso, pero ahora nos enseña que el hombre también ha sido coronado de gloria. La manera en la que la gloria de Dios se manifiesta en este mundo es a través del hombre.
El hombre ha sido creado a imagen de Dios para reflejar la gloria de Dios. El problema es que no vemos eso en nuestro mundo, el hombre decidió seguir su propio camino, decidió rebelarse y buscar su propia gloria. Pero Dios no iba a dejar que su gloria fuera pisoteada, él envió a Jesús para terminar con el pecado y restaurar la imagen de Dios en el hombre (Ef 1:3-6).
Si alguna vez te has preguntado cuál es tu propósito en este mundo, o para qué estás aquí en la tierra, la respuesta es que has sido creado para mostrar la belleza y majestad de Dios, para alabanza de la gloria de su gracia. “Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice” (Is 43:7).
La pregunta es, ¿estás viviendo para ti o estás viviendo para Dios? ¿Estás viviendo para cumplir tus sueños y metas, para alcanzar cierta grandeza en este mundo? ¿O estás viviendo para mostrar la grandeza de Dios?
¿Cómo podemos cumplir este propósito? ¿Cómo podemos glorificar a Dios?
1. A través de una adoración humilde (v. 1-4)
El salmista comienza haciendo una referencia a los niños (Sal 8:2). La frase «fundaste la fortaleza» es mejor traducida como «perfeccionaste la alabanza». Es como si dijera, tu gloria se extiende más allá del cielo, en la tierra, y lo hace a través de la alabanza de los seres más pequeños.
En el versículo 2 encontramos un contraste entre la alabanza y el enemigo y vengativo. ¿A qué se refiere? (Sal 44:16) Hay personas que deshonran a Dios con sus labios, que maldicen y blasfeman el nombre de Dios. Que no glorifican a Dios, sino que lo minimizan. Las personas blasfeman el nombre de Dios todo el tiempo lo vemos en la televisión y redes sociales. ¿Qué es lo opuesto a deshonrar y blasfemar a Dios? Alabar y magnificar a Dios con nuestros labios.
Vamos a ver un ejemplo de este contraste en una de las citas del Salmo 8 en el Nuevo Testamento. Mateo 21:15-16 encontramos a los fariseos deshonrando a Dios con sus labios, y la alabanza de pequeños que hacen callar la boca del enemigo y el vengativo. La alabanza hace callar la blasfemia y la deshonra. Esta es la alabanza que Dios busca, una que se expresa de corazones sinceros y humildes como el de un niño.
Muchas veces Jesús se refiere a sus discípulos como niños, es la actitud que debemos tener cuando nos acercamos a Dios (Luc 10:21). Los misterios del reino, los secretos del evangelio fueron escondidos de aquellos sabios que creían conocer la ley y lo reveló a los niños, a sus discípulos. Así como un niño que aprende cosas nuevas, Dios nos ha dado a conocer cosas las profundidades del conocimiento y la ciencia de Dios a través del evangelio.
Cristo reconoció el valor de los niños al punto de poner a uno como ejemplo de un ciudadano del reino y dijo: «si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.» (Mat 18:3). Necesitas tener esta actitud humilde y sincera, confiando plenamente en el Señor.
Es la clase de alabanza que Dios busca, es la misma actitud del salmista (Sal 8:3-4). Cuando vemos a Dios como verdaderamente es, reconocemos nuestra verdadera condición, y es entonces que podremos expresar una verdadera adoración que exalta a Dios.
Ahora, no sólo cuando venimos a cantar estamos adorando, cuando la Biblia dice que somos hechos para la gloria de Dios quiere decir que todo en nuestra vida debe ser adoración, al punto que Pablo dijo en 1 Corintios 10:31 “Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. Como el pastor John Piper dijo, debemos hacer todo de tal forma, que mostremos que este mundo no es nuestro tesoro, Dios es nuestro tesoro.
Debemos comer, jugar, estudiar, trabajar, casarnos, tener hijos, tomar decisiones y vivir de tal forma que mostremos al mundo que esto no es nuestro tesoro, Dios lo es. Eso es adoración, exaltar a aquel que merece la gloria.
El hombre tiene la oportunidad de reflejar esa gloria a través de su adoración humilde, cuando reconoce su condición y la grandeza de Dios en casa momento de su vida.
2. A través de una exaltación sublime (v. 5-8)
Cuando dice que el hombre fue hecho un poco menor que los ángeles, lo que el salmista hace es llevarnos hasta el comienzo, donde Dios hizo al hombre, y de hecho tenemos varios elementos de la creación en este salmo: cielo, luna, estrellas, animales, etc. Y lo que encontramos en Génesis es el propósito y el plan de Dios para el hombre.
Gen 1:26-27 Dios hizo al hombre para que él gobernara la creación. La creación del hombre fue un evento diferente a las demás cosas creadas, lo vemos en la expresión de Dios al final haber creado cada cosa: Gen 1:4, 9, 12, 18, 21, 25, todo lo que Dios había hecho era bueno, pero cuando se habla de la creación del hombre, Dios se refiere a que era bueno en gran manera. El hombre es diferente a cualquier otra cosa creada porque fue hecho a la imagen de Dios. La imagen de Dios es la parte del ser humano que nos hace representar a Dios y ser como Dios. Es decir, que podemos reflejar algo de su carácter, su sabiduría, inteligencia, creatividad, amor, misericordia.
Vemos en el salmo 8 que Dios le dio al hombre «honra y gloria» (v. 5), estas palabras son utilizadas para referirse a los reyes. Dios creó al hombre para ser un virrey, un representante, un embajador. El hombre debía gobernar la creación como representante de la autoridad de Dios. ¡Qué asombroso es! Que seres tan pequeños y frágiles tengan este increíble privilegio de mostrar la grandeza de Dios.
Dios puso al hombre en la tierra para tener muchos reflejos de él, muchos espejos en la tierra que reflejen su gloria. De hecho, en Génesis 1:28, el mandamiento para el hombre después de haber sido creado es «multiplicarse y llenar la tierra». Dios quiere que el hombre llenara la tierra, para multiplicar los reflejos, la imagen de Dios ha sido puesta en el hombre para que Dios extienda su gloria y que el hombre disfrutara de su grandeza. Que cada vez los ángeles y toda la creación vieran a un hombre pudieran entender quién es Dios y pudieran decir «Wow».
Dios quiere que el hombre llenara la tierra, para multiplicar los reflejos, la imagen de Dios ha sido puesta en el hombre
Hemos sido exaltados a una posición de gran privilegio. Pero en Génesis 3 encontramos la desobediencia del hombre, el hombre pecó y en Adán todos pecamos. Y cuando el hombre cayó en desobediencia se manchó la imagen de Dios. Ese espejo que estaba diseñado para reflejar la luz de Dios en este mundo, y que, así como la gloria de Dios estaba sobre los cielos también lo estuviera sobre la tierra a través del hombre, el pecado manchó y quebró la imagen de Dios.
Los adoradores que Dios había creado se convirtieron en blasfemos, enemigos y vengativos. El representante de Dios se convirtió en un ser egoísta que había dejado la autoridad de Dios y comenzó a buscar su propio reino y su propia gloria.
También su capacidad para gobernar la creación se vio afectada, el hombre ya no podía gobernar sobre la tierra y las plantas, sino que ahora debía luchar con el sudor de su frente para obtener un bocado de pan. Los animales ya no serían apacibles, ya no conviviría el cordero con el león, sino que el temor de las fieras salvajes estaría en el hombre.
Por causa del pecado el hombre perdió la capacidad de representar a Dios y gobernar la creación. Romanos 3:23
Quisiera terminar con la última referencia del Salmo 8 en el Nuevo Testamento, Hebreos 2:5-9 El autor de Hebreos toma el Salmo 8 y lo aplica a Jesús. Él es el cumplimiento, el hombre perfecto que iba a reflejar la gloria de Dios y gobernar sobre la creación. Adán cayó en pecado y trajo maldición sobre la humanidad, pero viene el segundo Adán (He 2:9). Jesús es el hombre perfecto. Vino para limpiar y revertir el efecto del pecado y así tener adoradores que reflejen la gloria y la luz de Cristo.
He 1:3; Jn 1:14; 2 Cor 3:18 Dios quiere mostrar su gloria a través de ti y a través de mí. El pecado mancha nuestras vidas, pero Cristo vino para limpiarnos, él llevó la muerte por el pecado para darnos una nueva vida que refleje la majestad y la gloria de Dios.
Por esta razón, entre más soy transformado por la palabra, es que mi vida va a reflejar a Cristo, y de esa manera voy a glorificar a Dios y mostrar su luz en este mundo en tinieblas. Entre más me parezco a Cristo, el hombre perfecto, es que puedo cumplir con ese llamado, esa exaltación sublime en la que los pecadores cómo nosotros podamos traer gloria a su nombre.
¿Cómo está nuestra vida de obediencia a Dios? ¿Ha estamos creciendo a la imagen de Cristo? ¿Qué tanto hemos estado reflejando la gloria de Dios en nuestros trabajos, en nuestros hogares o colonias? ¿Qué tanto las personas han visto a Cristo en nuestras vidas?
Mateo 5:16 «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos».
Ese debe ser nuestra meta, que cuando las personas vean nuestra vida puedan decir “¡Cuán grande es su nombre en toda la tierra!”.