Fieles ante su venida

fieles a su venida

Cuando Pablo habla de la manifestación de Jesucristo, él utiliza la palabra girega «epifáneia», que era utilizada cuando el emperador de Roma, el César, iba a visitar alguna provincia o ciudad. Antes de que esto sucediera, el heraldo iba y proclamaba la llegada del rey. Entonces, todo en aquel lugar se ponía en perfecto orden, se barrían las calles, se adornaban las casas, y todos se alistaban para la «epifáneia».

Así que lo que Pablo le está diciendo a Timoteo es que, así como el mundo se prepara para la llegada del César, él debía estar preparado para la «epifáneia» de Jesucristo, el Rey de reyes y Señor de Señores. Pablo está por ser sacrificado, y su deseo es que Timoteo vea más allá de lo presente, que ponga su esperanza en lo que está por venir, en Cristo.

Pero también Pablo quiere desafiar a Timoteo para que cumpla fielmente con la tarea que se le ha encomendado. Ya le había dicho que debía presentarse como un obrero aprobado cada día delante de Dios. Timoteo debe ordenar su vida, ordenar sus prioridades y enfocarse en su misión. Timoteo debe vivir de tal manera que si Cristo viniera hoy (en ese momento), sea hallado como un ciudadano del reino fiel». Este es un llamado a la fidelidad, Timoteo debe ser fiel teniendo presente que un día, tarde o temprano tendrá que dar cuentas delante de aquel que va a juzgar a los vivos y a los muertos.

El problema es que muchas veces olvidamos que todos nosotros vamos a dar cuentas a Dios. Vivimos de manera desosrdenada y olvidamos estar listos para cuando nuestro rey venga (2Co 5:10; Rom 14:11-12; Mat 24:42-46). Que cuando el Señor venga, encuentre siervos fieles.

El Señor vendrá y hará cuentas con cada uno de nosotros, ¿Si el Señor viniera hoy, serías hallado como un fiel ciudadano de su reino? ¿Qué cosas hay en tu vida que necesitas arreglar para poder recibir al Señor? Dios espera hombres y mujeres fieles, esposas fieles que sean una ayuda y no un tropiezo, se sometan a sus esposos como si lo hicieran al Señor; Madres fieles que instruyan a sus hijos en la verdad de Cristo y el evangelio, como Loida y Eunice. Dios espera hombres fieles reflejen a Cristo, guiando a su esposa e hijos en la Palabra y el temor del Señor. Dios espera hijos fieles que se sometan a la autoridad que Cristo les ha dejado, no como aquellos «soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos» que encontramos en 2 Ti 3:2. Dios espera estudiantes fieles, trabajadores fieles, amas de casa, hijos e hijas. Dios espera una esposa limpia y santa, ataviada para su marido. Este es un llamado para todos.

Es por eso que Pablo utiliza estas palabras de urgencia, «te encarezgo», te encargo encarecidamente. Pablo desea que Timoteo tenga un cuadro claro de lo que el Señor espera de él. Timoteo debe ser fiel a su llamado ante la venida del Señor. Y veremos dos áreas en las que Timoteo debía permanecer fiel, y en cada una de estas vamos a encontrar la explicación de cómo debe ser fiel y la razón por la que debe ser fiel

1. Fiel a la Palabra

a) La instrucción

(2 Ti 4:2) Timoteo debe ser fiel a la Palabra, predicarla fielmente, o como aprendimos anteriormente, a usar bien la Palabra de verdad. Él no debe predicar sus propias ideas, o los métodos y estrategias novedosas, él debe centrar su mensaje en la palabra del Evangelio. Esta es una responsabilidad para nosotros como predicadores, y es por eso que creemos que la predicación sistemática y expositiva de la Biblia es la mejor maner de predicar, así como ahora que estamos estudiando una carta de principio a fin. Cuando se acerca el día domingo no nos preguntamos ¿qué voy a enseñar o qué voy a decirle a los hermanos? eso es centrar el mensaje en nosotros, la pregunta a la que nos enfrentamos es ¿Qué dice Dios y qué enseña el pasaje?

Ahora Pablo va a ser más específico en la manera de usar fielmente la Palabra de verdad, y se nos da una lista de las cosas que Timoteo debe hacer, es decir, cómo debe ser fiel a la Palabra (2 Ti 4:2).

La lista comienza con la exhortación a «Instar», esta palabra habla de insistir, esto es importantme porque el mensaje que presenta la Palabra es literalmente una cuestión de vida o muerte. La insistencia debe hacerse a tiempo y fuera de tiempo, es decir, en cualquier situación, ya sea cuando se presente la oportunidad de hablar, o alguien nos pregunte sobre nuestra fe, o ya sea en una conversación cotidiana con algún familiar, amigo o vecino. Debemos estar atentos para girar una conversación cotidiana para hablar en torno de asuntos espirituales.

La lista continúa con una serie de instrucciones que están enlazadas entre sí: Redarguir (convence), reprender y exhortar. Estas tres hablan de corrgir algo que está mal. La Biblia nos muestra nuestro propio pecado, y nos capacita para ayudar a otros que no están viviendo de acuerdo al evangelio. Y cuando se trata de no creyentes, debemos hablar la palabra de tal manera que el pecador se sienta incómodo con su pecado, debe sentir disgusto por su pecado. Sin embargo hay una combinación de severidad y gentileza, ya que Timoteo debe apuntar el pecado pero con la actitud y la doctrina correcta (2 Ti 4:2). Es similar a lo que Pablo ya había hablado sobre exhortar con mansedumbre a los que se oponen.

Timoteo debe ser fiel en predicar la Palabra, insistir y exhortar, y ahora se nos va a decir la razón por esta urgencia, y la encontramos con la palabra «porque». (2 Ti 4:3-4). La razón es que existe un problema de falsos maestros.

b) La razón

En los días de Timoteo había por todas partes maestros falsos predicando cosas que las personas querían oir con tal de ganar más adeptos a su movimiento. Muchos de ellos ofrecían argumentos para decir que una persona se puede justificar y al mismo tiempo seguir haciendo lo que quisiera. No usaban bien la Palabra de Verdad, o a veces ni la usaban, y minimizaban el valor de Dios y los efectos del pecado.

Las falsas enseñanzas son un peligro tan constante que Pablo termina sus últimas palabras de exhortación advirtiendo sobre los falsos maestros. Él sabe que habrá tiempos donde las personas no querrán escuchar la sana doctrina. A las personas les parecerá aburrido y tedioso escuchar teologia, la doctrina y el evangelio. Tal vez será mejor tener una predicación diferente, algo más audiovisual, entretenido, con algo de humor. No debemos llenarnos tanto la cabeza con conocimiento porque «envanece», mejor llenemos nuestro corazon porque el amor edifica. Que la predicación sea menos ofensiva y confrontativa, a las personas no les gusta sentirse juzgados. ¿El infierno y la condenación por el pecado? obviamente vienen en la Biblia, pero mejor enfatizar el cielo, lo bueno que es Dios y lo mucho que quiere perdonarnos a todos. Hablemos de tolerancia, de inclusión y de amor.

Esta flojera espiritual hacia la doctrina tiene un efecto de atracción de los falsos maestros. Cuando dice que se amontonarán maestros se refiere a que habrá un auge desencadenado de falsos y falsos maestros. La comezón les llevará siempre a escuchar algo novedoso pero nada satisfara completamente su necesidad principal, asi que siempre es necesario escuchar a alguien más.

Estos maestros son conforme a su propia concupisencia. No la concupisencia de los falsos maestros sino de aquellos que han rechazado la verdad del evangelio. Buscan maestros que les digan lo que ellos mismos quieren escuchar y rechazan a aquellos que enseñen otra cosa. Las personas no quieren oir la verdad, el evangelio, la doctrina. Quieren sanidad, prosperidad, bienestar pero no quieren salvación, justicia y santidad.

Por eso existen los falsos maestros. Ellos halagan con un mensaje ligero. Deleitarán el oido de sus oyentes con un mensaje que hace sentir bien a las personas, que alimenta su comezón de oir pero no tiene ningún efecto en la eternidad de las personas. Por el contrario la verdad del evangelio redarguye, muchas veces ofenden y rechina el oido, y lo hace para traernos arrepentimiento y convicción de pecado.

Hermano(a), se fiel en compartir la Palabra y hablarle a otros de Cristo, porque cuando tú te callas, habrá muchos más hablando engaños y falsas doctrinas. Identifica y aprovecha cada oportunidad para hablar de Cristo, en el transporte, o esperando en una fila, o cuando te encuentras a la vecina o el amigo en la calle. Debemos estar alertas a las oportunidades que Dios nos da para compartir la Palabra.

¿Por qué es tan importante que seamos fieles en compartir la palabra? Porque ya sea que el Señor venga o nosotros vayamos a él, todos vivimos con un pie al borde de la eternidad. Y enfrentaremos al Dios que es tres veces Santo, y si alguien muere sin Cristo, dice Hebreos 10:31 » ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!» «porque nuestro Dios es fuego consumidor» (He 12:29). El mensaje del evangelio es una cuestión de vida o muerte.

2. Fiel a su llamado

El versículo 5 comienza diciendo «Pero tú…». La vida y el carácter de Timoteo debía ser un contraste con los falsos maestros y con el mundo. Fue la misma indicación de Pablo a Tito en 2:7 «presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad». Hermanos, nuestra vida debe ser un contraste en este mundo, somos llamados a ser sal, no azúcar de este mundo.

a) La instrucción

Nuevamente vemos una lista cualidades con las que Timoteo debe ser fiel a su llamado (2 Ti 4:5). La palabra «sobrio» se refiere a ser estable, equilibrado o firme en sus convicciones, aún cuando venga las dificultades u oposición, por eso dice «soporta las aflicciones». La falta de carácter y convicción es la que hace que muchas personas se aparten del Señor cuando llegan las pruebas o las dificultades. Pero es en medio de las aflicciones donde podemos magnificar el valor de Cristo en este mundo.

El lema del ministerio del pastor John Piper es que «Dios es más glorificado en nosotros, cuando nosotros nos sentimos más satisfechos en él». Cuado en medio del dolor, de las pruebas y la necesidad descansamos en la verdad de que Dios es suficiente. Las personas ven nuestra vida y preguntan «¿Cómo puedes estar tan tranquilo? ¿cómo puedes estar tan confiado en tu Dios? ¿cómo es que tienes gozo a pesar de todo lo que ha pasado en tu vida?». La respuesta es Cristo.

También se le dice a Timoteo: «haz obra de evangelista», es decir, habla el evangelio con aquellos que no lo conocen, pero también vive el evangelio. Que tus palabras y tu vida pueda magnificar el valor y la belleza de Cristo para aquellos que no le conocen. Que las personas al ver tu vida, puedan tener una idea más clara de lo grande y asombroso que es nuestro Dios. Por eso Pablo termina estas instrucciones diciendo «cumple tu ministerio», es decir, que no tengas otra ambición que ser útil para la gloria de Dios y el avance de su reino.

b) La razón

En el versículo 6, nuevamente encontramos la palabra «porque», que nos explica la razón de exhortar a Timoteo a ser fiel a su llamado, y es porque Pablo había sido fiel a su llamado. Él ya va de salida, él está cerca de partir con el Señor, y ahora le pasa la estafeta a Timoteo para que continúe la carra de la vida cristiana que Pablo ha recorrido fielmente, como un atleta en una carrera de relevos que llega al final de su trayecto.

Lo que él está diciendo es que Dios busca hombres y mujeres fieles. Fieles a la Palabra y fieles a su llamado de glorificar y magnificar a Cristo en este mundo. Fieles en seguir el ejemplo de Cristo en su sufrimiento y su muerte.

Pablo retoma las ilustraciones del soldado, atleta y agricultor que utilizó en el capítulo 2 para exhortar a Timoteo a esforzarse en la gracia, y ahora se las aplica a él mismo (2 Ti 2:7). Él no exhortaba a algo que él mismo no hubiera hecho. Su vida era el resultado de vivir en la gracia de Dios.

Pablo ahora mira hacia adelante y sabe que lo que le espera al final de su carrera es la corona de justicia. Su esperanza no está en una galardón personal, sino en ser cubierto con la vida perfecta y justa de Dios, y unirse a la voz de aquellos santos delante del trono, vestidos de ropas blancas, adorando a aquel que es digno de recibir toda la gloria, la honra y el poder.

Él sabía que dentro de muy poco estaría ante el tribunal romano y que su juicio no podía tener más que un resultado, la muerte. Sabía cual había de ser el veredicto de Nerón, pero eso no le atemorizaba, porque él estaba seguro de cuál sería el veredicto de Dios. Él está confiado en que hay un juez justo, y lo único que le interesa es escuchar la voz de su Señor diciendo: «¡Bien siervo fiel, entra en el gozo de tu Señor!» «Y aunque sea derramado en libación sobre el sacrificio y servicio de vuestra fe, me gozo y regocijo con todos vosotros» (Fil 2:17).

Estas últimas palabras, son como si le dijera al joven Timoteo: «Timoteo, el final de mi vida está cerca; y sé que voy a recibir mi recompensa. Si sigues mis pasos, tendrás la misma confianza y el mismo gozo que yo cuando llegues tú también a tu final.» El gozo de Pablo está abierto a cualquier persona que también pelea la batalla y termina esa carrera y guarda la fe.

Pablo dijo estas palabras para animar a Timoteo y a nosotros, de que no importa cuán difícil parezca la pelea, hay que seguir peleando. Descubriremos, cuando estemos con Cristo, que todo habrá valido la pena. Aunque Pablo no recibe ninguna recompensa terrenal, sería recompensado en los cielos. Lo que sea que tengamos que enfrentar, desánimo, persecución o muerte, sabemos que nuestra recompensa está con Cristo en los cielos.

«Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar». (Heb 12:1-3)

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